Desarrollar un reactor para residuos orgánicos e inorgánicos

18 agosto 2016

Federico Mondino es estudiante de la Lic. en Higiene y Seguridad Laboral que ofrece la UBP en el Centro de Educación a Distancia (CED) de Humboldt, provincia de Santa Fe. Es autor de la construcción de un reactor de digestión anaeróbica (biodigestor) para dar solución a los residuos orgánicos e inorgánicos y evitar las emisiones de dióxido de carbono y metano. Además de ser técnico en Higiene y Seguridad Alimentaria y técnico en Control Bromatológico, es actualmente miembro activo del Futuro Colegio de Técnicos de la Agroindustria y tesorero de la Comisión Central del Club Atlético Juventud Unidad de Humboldt. Participa también en el Centro de Estudios e Investigaciones Historias De Humboldt.
Fede Mondino
Frenar las emisiones de CO2
Federico empezó a despertar interés por el medio ambiente desde que leyó el libro: Ecología y medio ambiente de G.Tyler Miller, Jr. correspondiente a una materia de la Lic. en Higiene y Seguridad de la UBP y distintos cursos que fueron sensibilizándolo por el cuidado de la naturaleza. “Todo este conocimiento despertó el interés y ganas de llevar a cabo un proyecto. Dicho entusiasmo movilizó también a mi familia, logrando aportar soluciones a lo que está sucediendo en el planeta, en concreto, buscando frenar las emisiones de CO2”, comenta.
El proyecto nace con la idea de frenar las emisiones de CO2 mediante la construcción de un reactor de digestión anaeróbica a piloto (biodigestor). El uso principal de los biodigestores es la reducción de la contaminación, la correcta separación de los residuos orgánicos e inorgánicos, reducción de Dióxido de Carbono (CO2), Gas Metano (CH4) y otros gases peligrosos.
 
Solución a deshechos cotidianos
Federico empezó junto a su padre la construcción del reactor. Al poco tiempo, recibieron numerosas felicitaciones desde Egipto, Perú, Chile, Brasil, Colombia, Paraguay, entre otros. A través del tiempo, el biodigestor le abrió puertas para capacitar en distintas provincias sobre la construcción, el funcionamiento y la producción de este tipo de proyectos. El propósito de Mondino es depositar el material orgánico (excrementos de animales y humanos, desechos vegetales y frutales) dentro del reactor para fermentarlos en determinada dilución de agua. A través de la fermentación se produciría gas metano y fertilizantes orgánicos ricos en nitrógeno, fósforo y potasio. Además, se disminuiría el potencial contaminante de los excrementos. El biodigestor, trae una solución parcial a los residuos domiciliarios y él mismo genera un biogás que podrá utilizarse en la cocina y en la calefacción de hogares. Brinda también un fertilizante líquido rico en nutrientes necesarios para el suelo.
 
Impulsar el proyecto
Federico hace más de 8 años que asiste al CED de Humboldt donde pudo estudiar la carrera que le apasiona: “Las universidades cumplen un rol muy importante. Deben servir para difundir, mejorar, asesorar y apoyar estos proyectos”, concluye Federico. En la UBP, impulsar iniciativas como éstas se enmarcan además dentro del compromiso asumido por la Universidad frente a los Principios para la Gestión de Educación Responsable, pacto firmado en la Organización de las Naciones Unidas sobre responsabilidad social. Ya se han adherido más de 10.000 instituciones de 135 países.

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