Japón: la experiencia de vivir un intercambio

19 mayo 2015

Gabriela Brewer (20) cursa cuarto año de la Lic. en Diseño Gráfico de la Universidad Blas Pascal. Desde enero realiza un intercambio en la Universidad Kansai Gaidai a través de una beca otorgada por la organización japonesa de servicios para estudiantes (JASSO). Allí, toma clases de japonés, mitología y dibujo. Actualmente se encuentra recorriendo Corea.

 

Una buena elección
Hace cuatro años, Gabriela eligió la UBP y hoy contenta con su elección puede disfrutar de la experiencia de cursar un año en el exterior. “Elegí la Universidad Blas Pascal porque me pareció la mejor en cuanto a mi carrera. Después de ver los planes de estudio de todas las escuelas de diseño me di cuenta de que el de la UBP era el que más se ajustaba con mi perfil y preferencias”, comenta. Lo que la impulsó a realizar el intercambio fue la idea de conocer un país tan diferente como Japón, y la oportunidad de viajar becada. “Creo que esta etapa es clave para viajar, y quería algo distinto.” Hace cinco meses que Gabriela se encuentra en Hirakata, en la prefectura de Osaka, Japón. Allí tomará clases en la Universidad Kansai Gaidai durante todo un año. La casa de estudios cuenta con más de 5000 estudiantes y 300 alumnos internacionales. Gabriela cursa japonés, mitología y dibujo con profesores japoneses, coreanos y americanos que le ayudan a aprender más sobre esa sociedad tan interesante y distinta a la argentina. “Las clases son sumamente entretenidas y tuve suerte de escoger cursos con buenos profesores”.

 

Barrera idiomática
Antes de emprender su viaje, Gabriela estudió un poco de japonés y eso la ayudó a adaptarse más fácilmente y sumarse a las clases sin mayor dificultad. El japonés es un idioma muy complejo que varía dependiendo de quién lo habla y a quién se dirige, pero en su uso cotidiano puede resultar sumamente atractivo y divertido.

 

Matices de una cultura
A pesar de ser un país muy distinto a la Argentina, Gabriela atravesó un proceso de adaptación cálido y suave gracias al cuidado y la sutileza de los nipones. Japón varía mucho dependiendo de la región, en Kansai, por ejemplo la gente tiene un gran sentido del humor y es predispuesta, mientras que en la región de Kanto, donde se encuentra Tokyo, el japonés es muy tímido. En el sur parecen de un país diferente, probablemente por el clima tropical, los habitantes son divertidos y relajados. “En general se siente el respeto y la honestidad. Creo que por sus fuertes raíces con el shintoismo y el budismo, son cultural y socialmente muy diferentes. Sienten una profunda admiración por la naturaleza, cuidan mucho el orden, la autoridad, la calidad y la limpieza”, cuenta Gabriela que en estos pocos meses pudo conocer y compartir con personas de distintas regiones. La comida y lo detallistas que son como sociedad son otras de las características que llamaron su atención. “Japón es un país muy especial, es difícil describirlo con palabras”

 

Un lugar único
“Algo que me sorprendió mucho, es encontrar cosas que la gente pierde u olvida en las calles (como paraguas, guantes, sombreros, cascos, etc.). Puede pasar una semana o dos, o un mes, pero esas cosas no se mueven de lugar hasta que vuelva el dueño y las recoja. Los locales en medio de las montañas no son atendidos por nadie, ponen su mercancía, los precios de cada cosa y una cajita para que pongas los billetes… es un lugar único”.