Un homenaje a Alfredo Moyano

17 diciembre 2019

El jueves 12 de diciembre de 2019, la Universidad Blas Pascal realizó un homenaje póstumo a Alfredo Moyano, un profesional muy querido, que estuvo vinculado con la UBP desde su misma fundación. Alfredo ocupó distintos cargos directivos desde 1991 hasta 2008 y falleció el pasado 16 de septiembre. 

Una placa en su honor

“Las universidades se construyen con ladrillos pero fundamentalmente con personas. Y es la obra de esas personas y su recuerdo el que va definiendo la trayectoria de una Universidad. Por eso, queremos brindar este homenaje. Estamos reconstruyendo una tradición: nominar espacios con los nombres de las personas que dejaron huella”, comentó el Dr. José Alejandro Consigli, rector de la Universidad frente a la placa que se hizo en honor a Alfredo Moyano en el hall de Rectorado.

 

Visión académica

Alfredo Moyano participó en el Libro de los 25 años, publicado por la UBP en 2015. Él mismo redactó este anecdotario recordando los comienzos de la Universidad.

Corría el año 88. Un pequeño grupo decidió jugarse por una idea y comenzó a trabajar. Todos ellos sabían que la idea tenía mucho más de ilusión y de sueño que de realidad. Y, lentamente, esa idea primigenia fue mutando y adquiriendo una cierta dosis de realismo, aunque siempre conservando el sueño y la ilusión, que los llevaría a concebir una nueva universidad en el país.

Y lo impensable se volvió pensable y, al año siguiente, presentábamos un proyecto de universidad privada a las autoridades educacionales de ese momento.  Cuesta recordar los momentos, la conjunción de causas que provocaron ese hecho, las consultas, las distintas miradas sobre la universidad y sus carreras, el pensar cómo debería ser esa institución, cuáles serían sus principios rectores, cómo se conformaría, y todo un caudal de causalidades que la memoria no puede retener y se entrega al olvido gris de los acontecimientos. Estamos hechos de memoria y olvido como decía J. L. Borges

Un 26 de diciembre de 1990 se recibe la comunicación ministerial de que se había aprobado la creación de la Universidad Blas Pascal en la ciudad de Córdoba. Al año siguiente la UBP  comenzaría su actividad académica en marzo. Pero no es necesario abundar en más detalles de la historia de la UBP, sino que quisiera apresar eso que se nos presenta como la indeterminada sucesión de momentos que se han producido para llegar al punto final – aunque sabemos que nunca hay un punto final- sino finales provisorios. Y un final provisorio sería el comienzo de la historia institucional y luego, los muchos finales que fueron produciéndose durante estos 25 años.

Así pensamos la UBP, como una institución que debía brindar a la comunidad una educación de calidad y excelencia, y para tal fin, concebimos que todas las carreras ofrecerían un título intermedio, que, como quería Pascal, esas carreras tuvieran una conjunción de ciencias exactas con ciencias sociales, que en la curricula se contemplara alguna formación de práctica profesional, que no se pensara en facultades sino en departamentos para la administración académica, que la  UBP se centrara en nuevas carreras no ofertadas en la región, o, en su defecto, que al ofrecer carreras tradicionales ellas tuvieran un valor agregado con la incorporación de materias que el devenir de los tiempos vuelve imprescindibles para la formación del futuro egresado. Y estos son algunos de los ejes por donde transitamos al concebir la institución y cuando comenzó su vida histórica aquel marzo de 1991.

Un párrafo especial merece otro de los objetivos fundamentales de la UBP, la educación a distancia, el hacer llegar a todo el país los estudios superiores. Esa meta la emprendimos con la anuencia y la dirección del Dr. Rafael Cecconello y un grupo de pedagogos expertos en educación on line. Fue un trabajo ciclópeo el poder adaptar los planes de estudio a educación no presencial en esos años en que todo lo referido a la educación a distancia no se encontraba en el diccionario pedagógico. Al contrario, ni siquiera estaba considerada la posibilidad de que un egresado de un plan de estudios a distancia pudiera tener el mismo título, el mismo reconocimiento que el egresado de los planes presenciales.

Por eso, con tesón y dedicación, consultas y experiencias de otros países, pudimos ofrecer al país comenzando por la Licenciatura en Turismo y siguiendo con todas las otras carreras de la UBP, una educación on line de alta calidad presente en todo el país.

Así pasaron 25 años, para una casa de altos estudios parece que recién comienza la historia, para nosotros constituyó una parte importante de nuestras vidas. La tarea fue ardua -aunque sabíamos que sería mucho más complicada con el pasar de los días y de los años- en un mundo en ebullición, cambiante y con un nuevo paradigma, pero estábamos deseosos de poner en funcionamiento nuestras ideas, nuestra concepción de universidad, nuestra formación, la aplicación a la educación universitaria de las nuevas tecnologías. Y así lo hicimos.

Ahora observando el camino recorrido sabemos que en el devenir de los veinticinco años la visión original podría haberse modificado, y eso sería muy bueno, porque como decía Vinci `Pobre discípulo el que no deja atrás a su maestro´. En eso consiste el crecimiento y el futuro.

 

Ab. Alfredo Moyano, directivo en distintos cargos desde 1991 hasta 2008.