La crisis del coronavirus y la necesidad de gestores ambientales

30 marzo 2020

La última vez en que el consumo total anual de la humanidad – la huella ecológica- no superó los recursos naturales renovables -la biocapacidad-, fue en 1969. El llamado Día de la Sobrecapacidad fue fijado en 2007, cuando se comenzó a medir la huella ecológica y se fijó la fecha en que la población empieza a consumir más recursos naturales de los que la Tierra puede generar a lo largo de un año. Ese 2007, el planeta comenzó a “vivir de prestado”…

Las acciones del ser humano en contra de los ecosistemas generan muchas afectaciones, una de ellas es precisamente la que el mundo hoy enfrenta: el COVID-19. El Coronavirus es parte de las llamadas enfermedades emergentes, como el ébola, el sida, sars, gripe aviar o porcina y, en su mayoría, se han generado como consecuencia del comportamiento erróneo y poco sostenible del hombre.
 

 
Hoy 2020, frente a la pandemia del COVID-19, la naturaleza comenzó a dar signos. El freno obligado impuesto a las industrias, a muchas de las actividades humanas, al transporte aéreo y terrestre, así como el aislamiento de millones de personas, ha traído un efecto positivo casi inmediato sobre el medio ambiente.

Se reduce la contaminación en toda Europa y en China, las fábricas dejan de producir nubes de smog. En Venecia, el agua de los canales se muestra más clara debido a la nula presencia de turistas y de tráfico de góndolas. Su calma ha permitido que cardúmenes de peces de varias especies salgan de sus escondites incrementándose además el número de cisnes recorriendo los caños. La prohibición temporal del comercio de fauna silvestre impuesta por China para combatir el Coronavirus se ha convertido en la tabla de salvación para muchos animales amenazados.

El desafío que parece dibujar el futuro es en qué medida la humanidad será capaz de encontrar modos de vida, trabajo y producción que no dependan de un consumismo irracional, y de modelos que, además, solo han incrementado la desigualdad.

Hoy la naturaleza nos advierte que debemos trabajar más que nunca para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible. Los ODS están formulados para erradicar la pobreza, promover la prosperidad y el bienestar para todos, proteger el medio ambiente y hacer frente al cambio climático a nivel mundial.

Los médicos del hospital de Wuhan, donde comenzó todo, escribieron: «Tenemos razones para creer que la aparición y propagación de enfermedades contagiosas es la elección que hace la naturaleza para reequilibrar su relación con los humanos. El progreso y el desarrollo de la sociedad humana no deben verse amenazados por enfermedades contagiosas. Aquí, pedimos a todos que respeten la naturaleza, valoren la ciencia y adopten estilos de vida sostenibles y saludables».

Cada ámbito de la sociedad, empresas, industrias y gobiernos deben trabajar para garantizar la sostenibilidad. Es por esto que los profesionales del ambiente se convierten hoy en una verdadera necesidad. Los gestores ambientales son los profesionales formados para trabajar en los ámbitos públicos y privados como “gestores de la sostenibilidad” con el fin de evitar el agotamiento de los recursos, atender las necesidades de generaciones futuras y planificar la viabilidad económica, capaces de implementar estrategias para reducir el daño ambiental y promover la sostenibilidad a largo plazo.

Hoy más que nunca se necesitan acciones urgentes de los gobiernos, las comunidades, las empresas y los individuos para satisfacer las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas, garantizando el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social.
 
Autora: Mgter. Eugenia Alaniz, directora de las carreras Lic. en Gestión Ambiental, Lic. en Higiene y Seguridad Laboral y Lic. en Turismo.
 

30/03/2020

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