Rosana Fregona: Doctora en Cs Económicas y artista entusiasta

18 junio 2015

A raíz de los 25 años de la UBP, Rosana Fregona –Doctora en Ciencias Económicas– comparte sus recuerdos con la comunidad. La fecha clave es 1992 cuando tomó las cátedras de costos y contabilidad. Más tarde se convirtió en la primera Directora de la Carrera de Contador Público de la Universidad Blas Pascal.

 

 

 

Contador Público toma vuelo propio
En 1995 Contador Público era un apéndice de la Licenciatura en Administración y fue el Rector de entonces quien propuso individualizar la carrera, poniéndola bajo la gestión de Rosana Fregona. “El plan de estudios se largó con vuelo propio y lo más importante fue que nosotros planteamos realzar la parte contable, aprovechando un esquema moderno y aggiornado a la demanda mundial”, explica Fregona. El gran punto de partida para su gestión fue tomar contacto con empresas proveedoras de software contable como Axoft, quienes donaron la instalación para habilitar los laboratorios informáticos. “Esta adquisición generó un antes y un después en la carrera porque permitía complementar los conocimientos teóricos con lo práctico, que es lo que caracteriza a la UBP”. Según la Dra. Fregona la calidad de la carrera se fue superando día a día gracias a un grupo de docentes capacitados y reconocidos profesionalmente que ayudaban a concretar proyectos y a poner en marcha esta iniciativa.

 

En la vanguardia
Mientras ocupada su cargo como Directora de Carrera, Rosana se doctoró en Ciencias Económicas por la Universidad Nacional de Córdoba. La Práctica diaria la llevó a escribir su tesis aplicando el método científico para analizar los planes de estudios de las carreras de Contador Público de Argentina. Las conclusiones de su trabajo final arrojaron datos que ponían a la Universidad Blas Pascal a la vanguardia con respecto a su esquema académico. A pesar de que en 2001 la Dra. Fregona dejó la gestión de la carrera por motivos laborales y familiares, siguió vinculada a la UBP mediante el dictado de clases. “Creo que para poder dirigir algo en cualquier ámbito primero hay que conocer lo que uno hace. Yo no solo me metí en el tema porque me gustaba, sino que lo tomé con la responsabilidad de manejarlo y seguí con eso, inclusive estudiándolo a través de mi tesis doctoral”, agrega Rosana.

 

Profesión vs. vocación
A pesar de su desempeño docente, la actividad principal de Rosana Fregona es su trabajo profesional. Tiene un estudio contable que se encuentra abocado a la gestión agropecuaria que en los últimos años se tornó demandante en cuanto a requerimientos e información particular. Debido al auge del campo en Argentina, Rosana fue dejando la titularidad de algunas materias y junto a una colega fue quien diseñó el plan de análisis de estado contable para Abogacía. “Manejábamos toda la parte de lo que es el uso de la contabilidad, para un no experto, en esta caso un abogado”, cuenta la Dra. Fregona que siempre tuvo inclinación por la docencia. “Me gradúe en el colegio 25 de mayo con la orientación docente y después estudié ciencias económicas. La forma de compatibilizar las dos cosas fue a través de mi carrera docente”.

 

La camiseta puesta
La Dra. Fregona busca permanentemente espacios para poder dedicarse a su profesión, la docencia, la pintura y su familia. “No quiero dejar nada. Y eso es un problema porque vivo a las corridas. Pero cuando entro a la universidad me olvido de todo y es el momento en el que me doy cuenta de que vale la pena. Hay gente dentro del aula que realmente justifica estar a las corridas”. “Lo que más rescato de la UBP es que dos de mis cuatro hijos, han estudiado acá. Uno realizó la Lic. en Administración y el otro estudió Contador Público. El que se graduó como contador acaba de finalizar su Master de Negocios en Estados Unidos. La mayor confianza que yo demostré de que creo en la institución, fue confiar que mis hijos pudieran estudiar acá”, concluye.

 

Apasionada e inquieta
Rosana es una persona a la que le gusta hacer más de lo que pudiera. Siempre está en actividad y a pesar de ser una meticulosa contadora, en 2008 descubrió una nueva pasión: la pintura. “No lo hago todo el tiempo que quisiera porque tengo otras obligaciones, pero pintar me encanta”, cuenta Rosana que incluso participó de los talleres de pintura que dicta Aulauniversitaria en la UBP. “Hay exposiciones permanentes de mis cuadros en algunos salones. Espero algún día poder dedicarle más tiempo”, confiesa. También encontró en la cocina un momento de distensión y placer. Le gusta la comida elaborada y prestar atención a todos los pequeños detalles con la compañía de uno de sus hijos.