Waldo Geremía, una apuesta a la ingeniería

17 marzo 2015

Waldo GeremíaCon motivo de los 25 años de la Universidad Blas Pascal, el Ing. Waldo Geremia (55) compartió su experiencia como docente del Instituto Superior Pascal (ISP) y luego como director de la carrera Ingeniería Informática de la UBP. “Me siento tan viejo como la propia universidad. Nací en el instituto como docente de las primeras carreras vinculadas a la Informática, como fueron los planes 445 y 1507 hasta que un día me sumé como docente de la Licenciatura en Informática”. Más tarde, en 2003 se creó la actual carrera de Ingeniería Informática de la que soy director. El Ing. Waldo Geremía es también Gerente de Mejora Continua de EPEC y miembro fundador del Comité de Energía Córdoba, creado para impulsar iniciativas destinadas al cambio de la matriz energética de la provincia.

 

Personal learning enviroment
“Hoy el desafío de las instituciones como Pascal y de las universidades en general está puesto en reinventar el contrato entre el docente y el alumno: el tan mentado proceso de aprendizaje. El concepto que pone a los profesores parados frente a los alumnos que asimilan conocimientos está sufriendo una gran crisis. Los jóvenes sienten una falta total de lógica en el modelo ya que no entienden por qué tienen que incorporar toda la información junta si saben que el conocimiento está a mano cuando hace falta y en un formato de fácil digestión. Además está enriquecido por opiniones de personas que ya utilizaron la información previamente y con una escala de validación. Esto es lo que atenta contra la voluntad de los jóvenes a la hora de iniciar una carrera universitaria y exige, en algún punto, una reinvención por parte de las instituciones educativas. El eje de lo nuevo propondrá un proceso de enseñanza-aprendizaje que esté centrado en el alumno y no en el contenido”.

 

El Ing. Geremía plantea que el docente deberá indagar en el entorno personal de aprendizaje (Personal learning enviroment – PLE), de cada uno de los alumnos y descubrir las fuentes que ellos valoran. El conocimiento académico se entrecruza con las relaciones interpersonales, la cotidianeidad y las redes sociales. “Está todo mezclado porque así es la realidad actual. Si yo aprendo como aprenden los alumnos, me voy a poder sumar a su PLE y voy a poder aportarles el conocimiento no desde un pedestal autoritario sino como un referente válido. Los profes vamos a poder enriquecer el conocimiento con lo que sabemos que el alumno quiere y a captar su atención desde otro lugar. No es fácil porque también implica un mayor manejo de las tecnologías y redes sociales por parte del personal docente. Además exige una formulación anual de los programas académicos ya que los grupos serán siempre distintos. Hay que entrar en el uso de las tecnologías con esta “nueva vocación de docente”: si te gusta ser docente, te tiene que gustar adaptarte permanentemente. Hay que aprender a ser uno más del grupo y a trabajar el concepto de prosumidor, es decir, generar contenido y compartirlo para que otro lo enriquezca y lo siga viralizando. Ya es una tendencia y las universidades más chicas son los candidatas perfectas a innovar y a aplicar este nuevo proceso.”

 

Saber hacer
Reinventarse día a día le genera una constante inquietud al Ing. Geremía. “En algún momento se me ocurrió plantear que el saber hacer era tan solo un slogan y que era en las carreras de ingeniería en donde más se podía poner en práctica”. Así fue como se crearon las materias de laboratorio en las que se transfiere todo el contenido teórico a la práctica. Los laboratorios ya están incorporados a los planes de estudio junto a una gran participación por parte de empresas internacionales como: Intel, Nokia, Microsoft y Mercado Libre. “Así los alumnos obtuvieron un gran enriquecimiento y una mirada profesional de la carrera”.

 

Demanda insatisfecha
La motivación es un aspecto clave a tener en cuenta ya que las carreras de ingeniería no captan la atención de los adolescentes. “Hay una demanda de ingenieros insatisfecha en Córdoba y el mundo. A pesar de tener una gran salida laboral, considero que hay una cuestión generacional de fondo. Los jóvenes no están pensando en el futuro y trabajar es algo que ven muy lejano. El mito de “carrera difícil” y el miedo a las matemáticas hacen que las ingenierías no sean atractivas”. Esto desafía al director de la carrera a motivar a alumnos de colegios secundarios ya que entiende que es allí en donde tienen que buscar nuevas voluntades tecnológicas. Actualmente hay algunas mujeres estudiando la carrera y es sumamente interesante, ya que se puede detectar un pequeño nicho para ellas dentro de la ingeniería profesional.

 

Universidad personalizada
Aprovechar los beneficios de ser una universidad cercana a los alumnos, es otro de los desafíos que se plantea el Ing. Geremia. “Conocer el entorno familiar, escuchar a los alumnos y acompañarlos con problemas particulares y personales es también parte de mi trabajo como director. Esto no se encuentra en todos lados y es bueno porque permite una linda interacción con los chicos”. Gracias a una relación estrecha con cada uno de sus alumnos, Waldo pudo detectar jóvenes destacados y conocer más a fondo historias que hoy le recuerdan a tiempos pasados. Como anécdota compartió la historia de un egresado que después de recibir el título le confesó su verdadera vocación: “Como siempre yo estaba en el escenario entregando los títulos y cuando llegó él, me hizo un pedido especial, que posara para que el padre nos pudiera sacar una foto. Más tarde me contó que paralelamente había estudiado para ser chef y que el diploma era para su padre ingeniero quien lo colgaría como un trofeo en el living de su casa. Hoy, el ingeniero se encuentra viajando por el mundo trabajando para una importante cadena de cruceros. Esta historia me sirve mucho y se las cuento a todos los padres que vienen con sus hijos a consultar sobre la carrera intentando descubrir si los interesados son los padres o sus hijos. La idea es que los chicos visualicen el potencial de la ingeniería por ellos mismos para no perder tiempo cursando algo que no los apasiona resultando una frustración tanto para los padres como para los chicos”.

 

Ingeniero y padre de familia
La UBP y EPEC reducen las horas libres del Ingeniero Geremia que realiza malabares para compartir la mayor cantidad de tiempo con su familia. Sus tres hijos de 25, 19 y 14 años lo mantienen joven y actualizado. Su mujer, Norma es Contadora y Lic. en Administración. Ambos oriundos de Alta Gracia dejaron su ciudad natal hace muchos años para comenzar en Córdoba su familia.